Caracas, Venezuela
Casa Caiza es una propuesta que se genera a partir de un encargo para una vivienda de vacaciones en la montaña. Las vistas, el clima y el empleo de los materiales determinan en gran medida las decisiones del proyecto. Se trata de un ejercicio de arquitectura en el cual las exigencias de un programa de usos se han convertido en oportunidades para responder a unas condiciones de paisaje natural en el trópico. La obra se desarrolla a partir de un corte de terreno existente en uno de los espacios libres dentro de la parcela, allí el propietario solicitó de manera expresa que se levantara la casa. El trabajo sobre temas de la disciplina como la transparencia, la gravedad, la expresión del material, la fluidez y la continuidad espacial, así como la luz y el viento, vuelven a estar de manifiesto como intenciones expresas de nuestro trabajo.
En lo horizontal se propone un eje organizador del recorrido y de las funciones, que cruza a lo largo toda la intervención, justo desde el acceso exterior del estacionamiento hasta el sólido volumen lateral de los baños. En línea recta se coloca la entrada, la caminería, la escalera y los servicios de la casa. El objeto propuesto se separa de un muro estructural posterior que contiene una fuerte pendiente del terreno, esta acción se aprovecha para iluminar y ventilar. En lo vertical, la casa se desarrolla en dos niveles mediante un volumen que se encuentra abierto en sus caras alargadas y cerrado en sus lados cortos. Lo ligero y lo pesado han sido temas de interés en esta propuesta. La cubierta se percibe más liviana gracias a un plano delgado que vuela por todos sus lados para cubrir y conducir las miradas desde la casa. Hacia la zona media, donde se desarrolla el primer nivel con habitaciones, empieza a leerse más pesado y sólido el volumen. En ese nivel, el gran techo y la fachada se han perforado para configurar un patio que, aun estando dentro de la casa, ofrece una conexión directa con el exterior. Este espacio pertenece a la habitación principal, pero podría ser utilizado también por las otras dos habitaciones gracias a la manera en que puede cerrarse hacia el corredor. El patio-terraza propicia una importante iluminación y ventilación natural. Por último, en la parte baja se presenta un gran vacío, una planta libre conformada perimetralmente por columnas metálicas, celosías, y muros que delimitan los extremos, poniendo así de manifiesto los vínculos de la piedra con la tierra.
Se ha propuesto una vivienda compacta y permeable que cubre y tamiza la luz para ofrecer sombra a la casa y sus alrededores inmediatos. No se cierra tajantemente en sus límites exteriores sino que más bien propicia la idea de esos “espacios intermedios” de los que podemos disfrutar siempre en el trópico. Tanto el acceso desde abajo mediante la escalera, así como la zona de arriba del corredor-balcón que conecta las habitaciones no están cerrados; aunque sí se encuentran cubiertos bajo techo. Por otro lado, la planta baja es un espacio completamente abierto, a manera de un gran porche que permitirá actividades múltiples y apertura completa al exterior. Aparte de los confines de la caja de la vivienda, también se ha trabajado un límite a otra escala: el acceso desde la finca a la zona de la vivienda. En lugar de plantear un muro o reja, se ha diseñado una pieza que denote el paso del exterior al interior y viceversa, a través un umbral. También se ha planteado un muro vegetal que bordea el lado más largo.
Hablamos de una intervención contemporánea, a través de formas reconocibles y sencillas, austera y respetuosa con el entorno existente y nuestra arquitectura tradicional. En esta obra se ha apostado por el uso racional de cada material, por su calidad probada y la búsqueda de un envejecimiento digno. La madera, por ejemplo, se ha utilizado aprovechando el suministro a muy bajo costo por parte del aserradero del propietario, el hierro ha permitido prefabricar la estructura central y optimizar tiempos y la piedra se ha obtenido de una cantera de la zona. Finalmente, se ha pensado en el paso del tiempo y la economía de medios, se ha sacado el máximo partido al diseño y al detalle, pero siempre a partir de lo mínimo necesario y lo esencial.
Arquitectura Sánchez Taffur Arquitectos (STA)
Arquitectos Dinorah Puello / Víctor Sánchez Taffur
Colaboración Marco Cucolo
Ubicación Caracas, Venezuela
Planos Marco Cucolo / Jhonatan Belisario
Planos publicación Marianna Quintero
Edición de imágenes Jhonatan Belisario
Maqueta estudio Sánchez Taffur Arquitectos
Maqueta final Daniella Araque / Valeria Arellan
Ingenierías Christian Herrera
Paisajismo Sánchez Taffur Arquitectos
Fotografía proceso Archivo STA
Fotografía final Sánchez Taffur Arquitectos
Área de vivienda 199 mts2
Año En obra